Viviendo los 50 Parte 1

Aunque parezca sarcástico el título de este artículo, así es la realidad, tengo 21 años, pero vivo los 50 y no es porque me sienta ya adulta con experiencia, sino porque desde hace un par de años lo vivo por medio de mi madre.

Empezó repentinamente aquel día, hace un par de años, mientras recibía frescamente el comienzo del día, en eso se presentó un grito que me hizo pisar tierra, mi madre comenzaba a renegar por todo, del desorden y del orden, del frío y del calor, de que si es temprano o ya es tarde, y fue tan impresionante para mi escuchar tantas quejas sin pausa o respiro, realmente no sabía si asustarme o aplaudir la energía que desfogaba mi madre.

Era como sí mi madre hubiera reprimido tantas quejas de toda su vida hasta ese momento, fue una novedad, sentí que empezaba a comprenderla y sí hablo en pasado, porque ya han pasado un par de años y la intensidad de sus quejas incrementan por cada segundo que pasa, con decirles que estando en una casa nueva se han generado fisuras, es gracioso lo que dije, por que es cierto que se han generado fisuras en mi hogar, pero la razón no es mi madre, aunque no puedo descartar que la energía que libera pueda afectar la materia.

De cierta manera me he hecho la idea de que algún día pasaré por esta etapa, la que se sabe cuando empieza, pero no la fecha que culmina; por instantes siento que se me escarapela el cuerpo de tan solo pensar en eso, de igual manera quiero saber que se siente, aunque es como pensar en jugar con fuego o pensar en aquel dicho “Piensa bien lo que desees, porque se puede cumplir”.